Saturday, February 6, 2010

Beethoven therapy

The other morning I woke up an hour earlier than I was supposed to, unable to get back to sleep, sick to my stomach, worried about this and that, and generally unhappy about things. I got to work and started listening to Beethoven's 7th Symphony. I don't listen to it very often -- I save it for mornings precisely like that one, because I don't want to wear out its almost eerie restorative powers. Within the first few measures all of my problems started to melt away (I still felt sick but I was able to ignore it).

I cannot believe the emotional roller-coaster that this symphony is. Movement 1 makes me laugh, Movement 2 makes me cry, Movement 3 makes me serene and movement 4 makes me dance. It's a brilliant, brilliant piece of music.

I'm not a classical music snob, and I hate it when people only listen to classical, but I still can't repress a feeling of sympathy for people who only listen to pop. No pop song has ever made me feel that way, taken me on such a long and complex tour of my own emotions, and left me feeling clean and restored. I just feel like those who stay away from classical music, either because it's "boring" or they think it's "only for smart people" or they "don't understand it" are missing so, so much experience. Those things are simply not true! There's nothing to understand there except human emotion. Sure, if you know about music theory (which I don't) I'm sure it enriches your experience, but you don't need to know anything. You just need to open your mind to a different kind of listening. It's not hard -- it's just different. And it gives you so much back...

And while I'm on the subject, once I heard a thesis -- it was on Stephen Fry's podcast, actually -- that the difference between classical and popular music is that popular music is dance music, and "you can't dance to Beethoven". Beethoven's Seventh is where this thesis crumbles. The whole thing is dancey. Even the tragic second movement, which my dad calls the "Funeral Tango". I was dancing and air-conducting in front of the janitors and shelvers at the library, and I didn't care. (I can only use my headphones during the hours before we're open, so I gotta make the most of it.) I just wanted to point this out. You totally CAN dance to Beethoven...

Friday, January 22, 2010

Mi viaje a Nuevo México

Voy a escribir sobre las fotos de mi viaje a Nuevo México en español porque...pues, ¿por qué no? Es el único estado de la unión que tiene una constitución bilingual. Oí y leí mucho castellano allí y me hizo muy nostálgica para España...

(Para mi reseña de la comida de Nuevo México, ¡haz clic aquí!)

Desde el tren. No me acuerdo del nombre de esta ciudad...¡uups!
Vistas desde el train en Colorado y Nuevo México.


Qué bonito es la escarcha en los árboles.

Una casa loca que pudimos ver desde el tren.
Ahora plenamente en Nuevo México.

La famosa Ruta 66. Los señales antiguos todavía parecen como parecían en los años 1950. El clima es tan seco que todos los señales, edificios y coches están en condición perfecta.
Este arácnido horrible se llama un "vinegaroon" porque despide un líquido que huele a vinagre cuando tiene miedo. No es un alacrán verdadero; está fingiendo ser alacrán. Nos conocimos en los Jardines Botánicos de Albuquerque. (No, esta no es mi mano...es la de un empleado allí. Yo tenía mucho miedo de esta criatura.)
Los leones del parque zoológico en Albuquerque eran bastante amables.
¡No es un viaje al oeste de los E.E.U.U. sin dinosaurios! Este tipo está en el Museo de Historia Natural y Ciencias de Albuquerque.

Brian en la parte vieja de Albuquerque, "Old Town".
Las plazas me acordaban de España...






¡Brian y yo somos los vaqueros más duros del oeste!
Desde el hotel pudimos ver las Sandias. Las montañas se llaman "Sandias" porque al atardecer parecen rosadas.

En el Bosque Nacional Cibola fuimos en la tranvía aéria más largo en el mundo.

¡No es para los acrofóbicos!

Subimos al crepúsculo.
Aquí estoy a la cima...
...¡y aquí está Brian!


Las luces de Albuquerque.
Despedimos a Albuquerque y nos fuimos a Santa Fe.
Cathedral Basilica of Saint Francis of Assisi.
El Museo de Arte de Nuevo México.
El Misión San Miguel.
La casa más vieja de los Estados Unidos.
En el día final Brian y yo fuimos de excursión en la Montaña Atalaya. Había mucha nieve y mucho hielo y debíamos tener zapatos mejores...pero todavía lo hicimos.
Un cactus raro.


La vista desde la cima vale la pena.
Hicimos el "Steeper Route" para subir, y el "Easier Route" para bajar.

¡Era un viaje inolvidable! Ya lo echo de menos mucho.

December on the farm